martes, 17 de abril de 2007

SOCIALISMO CRISTIANO


Consejo de Dios a las Naciones:

SOCIALISMO CRISTIANO


Alberto Mansueti


Tras la caída del Muro de Berlín en 1989, el Imperio Soviético quebró. En su colapso, el sovietismo arrastró al leninismo como fundamento del socialismo, y al marxismo también. Salió el socialismo en busca de otro fundamento; y tornó al populismo, ecologismo, feminismo, indigenismo, patriotismo y militarismo, la Nueva Era y otros ismos de moda como el posmodernismo. Y a la interpretación socialista romántica del cristianismo, destacadamente. Así el socialismo volvió a ser “cristiano” -como en el s. XIX- cerrando su paréntesis marxista o supuestamente “científico”; y regresó a su modo utópico.

El socialismo cristiano ha estado presente en todas las denominaciones e iglesias cristianas profesantes. En los ss. XIII y XIV los franciscanos radicales “espirituales” (“fraticelli”) exaltaron la pobreza y negaron la propiedad privada, condenando la riqueza y por ende el comercio y las actividades económicas que la producen. Sus doctrinas fueron condenadas por los Superiores de la Orden Franciscana y los Papas Gregorio IX y Juan XXII. En el s. XIX destacaron los socialistas cristianos Frederick Maurice y John Ludlow. Y también el famoso novelista Charles Kingsley (1819 - 1875), Arzobispo de Canterbury y autor del libro “Socialismo Cristiano”. Y en el s. XX surgió la muy publicitada Teología de la Liberación latinoamericana: Gustavo Gutiérrez, Hugo Assmann, Clovis y Leonardo Boff, Ernesto Cardenal, Pedro Casaldáliga, Juan Luis Segundo, Enrique Dussel, Jon Sobrino y muchos otros.

La Teología de la Liberación hace estragos en todas las iglesias cristianas, y no sólo en la Iglesia Católica. Confunde el Reino de Dios con el Estado Socialista, la Salvación eterna con la revolución marxista, la guerra espiritual con la lucha de clases, y la comunión de los santos con el internacionalismo proletario. Es caso similar al de los estatistas islámicos que confunden la “Jihad” -esfuerzo intenso dentro del alma de cada quien, lucha interior del hombre contra sus propias inclinaciones pecaminosas- con la “Guerra Santa” contra Israel, EEUU y sus aliados.

El Socialismo Cristiano manipula la religión con fines políticos; es una desviación doctrinaria del cristianismo histórico universal y trinitario, una herejía, como lo fueron en su hora el Gnosticismo (por cierto hoy de vuelta con la Nueva Era), el Arrianismo, el Docetismo, el Ebionismo, el Montanismo, el Maniqueísmo, el Pelagianismo, herejías que en su hora fueron anatematizadas -o sea denunciadas como tales- por la mayor parte de los primeros escritores, iglesias y concilios cristianos de Oriente y Occidente, y a lo largo de la Edad Media.

Maestro Bíblico


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